"Jamás pensé que podíamos repetir lo de 2000"
YOKOHAMA, Japón.- El aviso del retraso de cuatro horas del vuelo de regreso para Buenos Aires le dio tiempo a Carlos Bianchi para ir a comprar los diarios deportivos japoneses y ordenar los últimos papeles en la habitación 1130 del hotel Sheraton. El día después de obtener la segunda Copa de Europeo-Sudamericana con Boca, en Japón, el entrenador estaba tranquilo. Se levantó temprano, a las 6, un poco antes de lo habitual, y se reunió con su familia en el restaurante Yokiyaki, del primer piso del búnker xeneize. Fue la última charla, a modo de despedida, ya que su esposa, Margarita, sus hijos Mauro y Brenda y sus nietos, Louis Alexandre y Paul Nicolás, debía partir antes, en un vuelo a París. Bianchi no tenía hambre y desayunó más tarde, pero para él no hubo mejor forma de comenzar el día después de la consagración de Boca: en familia.
"Trato de disfrutar de mi familia, como debe ser, incluso con las pequeñas cosas, con situaciones de la vida cotidiana. Me gusta ir a la plaza con mis nietos. Y sólo sé el placer que me da cuando ellos me dicen Nono", cuenta Bianchi, que consiguió su noveno título en Boca (el 15° en su carrera) y se transformó en el DT más ganador en la historia de la Copa Europeo-Sudamericana.
En un mano a mano con LA NACION, el DT hizo un repaso de la final y habló de todos los temas que rodean a Boca: presente, futuro, compras, ventas, su continuidad y el caso Tevez.
-Digamos que se disfruta diferente, en el sentido de que los años van pasando y tal vez uno no exterioriza la satisfacción de la misma manera. Las reacciones no son preparadas ante un acontecimiento que se logra. No se sabe cómo se puede reaccionar.
-Es difícil de saber. Recuerdo que la final más accesible, la más fácil de los últimos tiempos, Boca la perdió. Fue contra Bayern Munich. Los alemanes se cansaron de pegar, el árbitro expulsó a Delgado y así y todo lo teníamos controlado, pero además hubo foul a Clemente Rodríguez en el gol de Kuffour. Fueron demasiadas ventajas para Bayern.
-Que intentemos todo, que no tengamos miedo a equivocarnos, que los únicos que se equivocan son los que no intentan nada.
-No, yo viví el partido muy tranquilo. Una de las claves fue que después del gol de Tomasson empatamos enseguida y que después controlamos el partido, más allá de un par de situaciones de gol que evitó Abbondanzieri. Contra Milan fuimos justos campeones.
-Es un grupo muy inteligente, con mucha personalidad, con mucho orgullo, que sabe muy bien lo que quiere, que nunca se desordena. Sucede que yo también soy exigente en lo poco que les pido a los jugadores tácticamente.
-No, no, no, cada cosa a su tiempo. Ahora tenemos derecho a unas pequeñas y merecidas vacaciones. No puedo anticipar los tiempos. Pero lo más difícil en el fútbol es confirmar y después de una victoria mis equipos buscan otra victoria. Siempre.
-Según los momentos. Porque cuando llegamos y ganamos el Apertura 98, hacía seis años, doce torneos, que Boca no era campeón. Por eso todos fueron importantes. Hoy pareciera que el hincha de Boca ya no festeja tanto los campeonatos, como sucedió en la cancha de Racing con Arsenal. Fue una alegría muy medida. Porque el hincha lo veía venir y estaba con la mente en Japón. Ahora el triunfo contra Milan sí se festejará bastante en la Argentina, incluso más que en 2000. El argentino está más golpeado ahora.
-Y, en aquel momento ya pensaba que era una marca difícil de igualar. Jamás pensé que podíamos repetir lo de 2000.
-Yo no puedo programar qué voy a hacer de acá a un tiempo. Lo que sucede es que a veces hay frases que se magnifican. Mi cabeza está tranquila. Yo planifiqué la pretemporada y me voy de vacaciones tranquilo. Lo otro tiene que ver con los estados de ánimo.
-Sí. ¡Cómo no voy a arrancar la pretemporada!
-Lo que pasa es que como hay gente que se aburre uno tiene que empezar a decir cosas. Es la temática de hoy. El periodista Carlos Ares, de El País, de España, me hizo una pregunta por la selección y yo dije eso, que a veces pensaba más en dejar de dirigir que en seguir. Después fueron todas conjeturas.
-¿Por qué? Si uno tiene un contrato con un club hasta 2005 no tengo que decir nada, es porque lo voy a respetar. Es lo mismo cuando salen los presidentes de los clubes y dicen: "Confirmamos al técnico". Lo confirmás hasta la próxima derrota, después lo rajás.
-¿Cómo vivió la situación que rodeó el caso Carlos Tevez? La situación con el Sub 20, el recurso de amparo. ¿Habló con el jugador?
-Lo que pasa es que es un tema que yo no traté mucho. Y tampoco lo hablé mucho con él. Cuando Tevez se lesionó contra Independiente, en la Bombonera, y el médico me dio el diagnóstico de la lesión, yo ya en mi cabeza sabía que no contaba con él para arrancar el partido con Milan. Después se vio que no estaba del todo bien físicamente, pero luchó y fue importante para el equipo.
-Sí, totalmente.
-Seguro que sí, porque nadie es capaz de lograr la unanimidad. A partir de ese pensamiento, tengo que estar convencido de que puedo llegar a ser criticado incluso hoy, después de que Boca ganó su segunda copa del Mundo en cuatro años. El ser humano es difícil, es el bicho más raro que hay en la tierra, ¿eh?
-Yo siempre cuento lo mismo. En mi carterita tengo un mail que me mandó un hincha de Boca en 2000 criticándome por qué no ganamos la Copa Mercosur. Siempre te van a decir: "¿Por qué no ganaste esta copa?", "¿por qué no ganaste este título?" o "¿por qué no lo ganaste acá?" El problema que tenemos los seres humanos es que nos preocupamos demasiado por los demás en lugar de preocuparnos por nosotros mismos. Así tendríamos un mundo mejor. Pero no pensamos así. Queremos que el otro sea bueno.
-Nada. Se generó un sentimiento de cariño con el club, con la gente, pero a mí, como ser humano, Boca no me cambió.
-Sería muy presuntuoso de parte mía decir que yo cambié a Boca. En todo caso, yo sé que en Boca del fútbol me ocupo yo. Y eso es lo más importante para un técnico, tener el control, además de tomar decisiones que no tengan que ver con los sentimientos.
-Ya está, ya pasó. Es un tema que no me interesa tocar.
-Sí, ya lo dije: yo soy argentino y no me gusta que los extranjeros festejen antes que nosotros. Además, River tiene un gran plantel y seguramente será el principal candidato a pelearle el título a Boca en la próxima Copa Libertadores. Es así.
-No, lo pienso realmente. Así como dije que el triunfo de Boca ante Milan es para todo el fútbol argentino.
-Mauricio (por Macri) me dijo que sólo se iba Battaglia y yo confío en su palabra. Así que...
-Mauricio me dijo que sólo se iba Battaglia, que la idea era que Burdisso siga y que Tevez se quede dos años más en el club.
-Sinceramente, no. Lo evaluaré, pero si viene alguien es para aportarle algo distinto, un plus al plantel. Para reemplazar a Battaglia tengo a Villarreal, a Vargas, que se desempeña muy bien por la izquierda. Igual, en el caso de Sebastián será más difícil reemplazar al ser humano que al jugador.
-Todos los sueños y deseos que yo pueda tener son con respecto al bienestar de mi familia. Después, lo otro... No soy alguien que se pasa soñando constantemente porque tengo en claro que no se pueden concretar todos los sueños. Pero seguro que a veces se nos pasa por la cabeza conseguir algo banal, como digo yo, y que nos da placer, como el título que conseguimos.
Por Christian Leblebidjian
Fuente: La Nacion, 16/12/2003